Betacaroteno
El betacaroteno es un nutriente presente en las plantas que el organismo transforma en vitamina A. La vitamina A propicia el crecimiento normal de las células y la diferenciación en los tejidos del tracto gastrointestinal y del cerebro. Los niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo pueden beneficiarse con el betacaroteno debido a que este propicia el crecimiento normal de tejidos y células y un desarrollo sensorial saludable.*
Vitamina B1 (Tiamina)
La vitamina B1 es hidrosoluble y contribuye al procesamiento de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Todas las células necesitan vitamina B1 para producir el combustible que hace funcionar el organismo: el trifosfato de adenosina (ATP). La vitamina B1 fomenta el funcionamiento normal de las células nerviosas y cumple un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos. También ayuda a mantener la salud del sistema nervioso al estimular la producción de los neurotransmisores acetilcolina y ácido gamma-aminobutírico (GABA).
Vitamina B2 (Riboflavina)
La vitamina B2 es una vitamina soluble en agua que promueve el procesamiento normal de los aminoácidos y grasas y la activación de la vitamina B6 y el ácido fólico, y refuerza la conversión de carbohidratos en el combustible con el que funciona el cuerpo: el trifosfato de adenosina (ATP). También estimula la formación de glóbulos rojos y favorece el sistema nervioso, la respiración, la producción de anticuerpos y el crecimiento.
Niacinamida
La niacina, también llamada vitamina B3, estimula la producción de energía en el organismo, y actúa conjuntamente con las vitaminas B1 y B2 en el proceso de liberación de energía de los carbohidratos. De manera similar a la vitamina B6 y el ácido fólico, la niacina contribuye a la renovación de los tejidos corporales con diversos procesos.
P5P (Piridoxal 5 fosfato)
El piridoxal 5 fosfato (P5P) es la forma activa de la vitamina B6. La vitamina B6 es la vitamina principal en numerosos procesos metabólicos del organismo. Una de sus funciones específicas es coadyuvar a la síntesis normal de neurotransmisores en el cerebro y células nerviosas periféricas, que son de suma importancia para el desarrollo del lenguaje, la atención y el estado de alerta. Favorece también la producción normal de glutatión, elemento esencial para la desintoxicación. P5P favorece un desarrollo sensorial saludable propiciando la síntesis normal de neurotransmisores en el cerebro de niños que necesitan respaldo neurológico.*
Ácido pantoténico
El ácido pantoténico, también llamado vitamina B5, es una vitamina soluble en agua que forma parte de la producción de energía y la formación del neurotransmisor acetilcolina, lo que es importante para la salud cerebral. El ácido pantoténico actúa en conjunto con las vitaminas B1, B2 y B3 para producir ATP, que es el combustible que hace funcionar el organismo. También estimula la producción, el transporte y la liberación de la energía proveniente de las grasas.
Vitamina B12 (Metilcobalamina)
La vitamina B12 es una vitamina soluble en agua que contribuye a la actividad normal de las células nerviosas, la duplicación de ADN y la producción de la sustancia que afecta el estado de ánimo, la S-adenosil metionina (SAMe). La vitamina B12 propicia que los compuestos que contienen azufre se conviertan en glutatión, un poderoso antioxidante del organismo. La vitamina B12 brinda una eficaz defensa antioxidante y combate los radicales libres en niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo.*
Ácido folínico
El ácido folínico es la forma metabólicamente activa del ácido fólico. El ácido fólico es una vitamina B esencial para numerosos procesos metabólicos y favorece el desarrollo del sistema nervioso. Además, el ácido fólico propicia la conversión de compuestos que contienen azufre en glutatión. Los niños que necesitan respaldo neurológico pueden beneficiarse con la capacidad del ácido fólico para mantener la producción normal de neurotransmisores y favorecer la salud del sistema nervioso.*
Biotina
La biotina es una vitamina B hidrosoluble que actúa como coenzima en el metabolismo de las proteínas, las grasas y los carbohidratos. También favorece varias conversiones químicas metabólicas. Los niños obtienen la energía que necesitan de los alimentos a través del metabolismo, las reacciones químicas celulares que convierten el combustible de los alimentos en la energía necesaria para todas las funciones, desde moverse, hasta pensar y crecer.
Vitamina C
La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble que desempeña una variedad de funciones biológicas. Favorece la regeneración normal de los tejidos y las funciones inmunitarias y de cicatrización. También es un cofactor en la producción de dopamina. Utilizar un suplemento antioxidante comprobado como la vitamina C es útil para combatir los radicales libres, especialmente en niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo. La vitamina C favorece la concentración normal de glutatión, otro antioxidante importante del organismo. La eficaz protección antioxidante de la vitamina C puede optimizar las funciones inmunitarias en niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo.*
Vitamina D3 (Colecalciferol)
La vitamina D, un antioxidante eficaz, favorece un desarrollo cerebral adecuado. También favorece la concentración normal de glutatión, lo que es útil para desintoxicar el organismo. Además de fortalecer los huesos, la vitamina D estimula la fortaleza muscular y las funciones neuromusculares. La función principal de la vitamina D es propiciar la regulación normal de las concentraciones de calcio en suero. Los niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo para su desarrollo pueden beneficiarse con la vitamina D3 ya que favorece la absorción y retención de calcio, estimula el crecimiento y el fortalecimiento de dientes y huesos, y estimula la salud y el crecimiento óseo.*
Vitamina E (Acetato de d-alfa tocoferilo)
La vitamina E es una vitamina soluble en agua de probada capacidad antioxidante. Favorece el mantenimiento estructural y funcional de los músculos estriados, cardíacos y lisos. También propicia la formación normal de glóbulos rojos, apoya las funciones cardiovasculares y favorece la salud del sistema inmunitario.
Calcio (Carbonato)
El calcio es un mineral importante que favorece numerosos procesos del organismo como el desarrollo y mantenimiento óseo, la transmisión nerviosa, la contracción muscular y vascular, la vasodilatación, la secreción glandular, la permeabilidad capilar y de las membranas celulares, las reacciones enzimáticas, la respiración, las funciones renales y la coagulación sanguínea. Los niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo para su desarrollo pueden beneficiarse con el calcio, ya que favorece el crecimiento y fortalecimiento de los dientes y el sistema óseo y propicia encías saludables.*
Cromo (Quelato de aminoácidos)
El cromo es un oligoelemento esencial que contribuye al metabolismo normal de la glucosa y a mantener la insulina y el colesterol en suero a niveles normales. El cromo se combina para formar el factor de tolerancia a la glucosa, o FTG, que favorece las funciones de la insulina para mantener el azúcar en sangre a niveles saludables.
Yodo
Este oligoelemento también se encuentra en más de cien sistemas enzimáticos como los de producción de energía, las funciones nerviosas y el crecimiento de la piel y el cabello. Una de las funciones principales del yodo es la de respaldar a la glándula tiroidea en la producción de dos hormonas tiroideas, la tiroxina y la triyodotironina, que favorecen la regulación del índice metabólico.
Magnesio (Lactato)
El magnesio es un mineral esencial porque estimula el funcionamiento de más de 300 enzimas, específicamente las responsables de la producción de neurotransmisores en el cerebro. El magnesio interviene en gran cantidad de procesos metabólicos como la formación de los huesos, las proteínas y los ácidos grasos, la activación de las vitaminas B, la relajación muscular, la coagulación sanguínea y la producción del trifosfato de adenosina. Los niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo para su desarrollo pueden beneficiarse con el magnesio, que no solo favorece la formación ósea, sino también la producción normal de neurotransmisores.*
Manganeso (Sulfato)
El manganeso contribuye a la formación del tejido conectivo, los huesos y los factores de coagulación sanguínea. Favorece el metabolismo de grasas y carbohidratos, la absorción de calcio y la regulación de azúcar en la sangre. El manganeso también participa en las funciones cerebrales y nerviosas. El manganeso puede facilitar el uso de nutrientes como la biotina, la tiamina, el ácido ascórbico y la colina.
Selenio (Selenometionina)
En el organismo, el selenio forma parte de una enzima antioxidante llamada glutatión peroxidasa, y además estimula el crecimiento y controla la utilización del yodo para el funcionamiento de la tiroides. El selenio también contribuye al efecto antioxidante de la vitamina E.
Zinc (Sulfato)
El zinc es un mineral esencial, un cofactor en casi 300 enzimas. Contribuye a la cicatrización, la síntesis de proteínas, el desarrollo y mantenimiento cerebral, la reproducción celular, la visión y el sistema inmunitario, y protege a los niños que necesitan respaldo neurológico, metabólico o digestivo contra los radicales libres.*